Nos saludaba el barbudo, lo saludamos le pedimos que nos cuide en el viaje y seguimos.
Al costado de la ruta una mama Ñandú corría con sus charitos y abría sus alas para ahuyentar a los curiosos (nosotros).
Ante tanto calor paramos un rato en la ruta 6 a la sombra de unas Tipas, pero el viento caliente era peor, así que salimos de nuevo, nos pasamos en la 127 para el lado de Parana y tuvimos que retomar.
Llegando a Villaguay, una tormenta de arena que de lejos parecía un incendio, era una columna de arena que subía muy alto. Cruzamos Villaguay y el cielo se preparaba para largarse con todo, las nubes hacían carrera a ver cual iba mas rápido. Nubes negras, nubes blancas, relámpagos y truenos y la ruta fresca, cambio todo de repente.
Hicimos unos kilómetros con agua, lluvia fuerte y viento aún mas, la tormenta iba mas rápido que nosotros y nos paso, se veía a los lejos en el horizonte el cielo azul casi negro.
Les dejo algunas fotitos ...







Llegamos a Capital y estaba todo clamo, se veían los efectos de la tormenta, ramas caídas, gajos y papeles, cartones y bolsas desparramadas.
Saludos.
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