Yararaca

Hoy decidimos visitar La Escondida con Mami, para saber mas que nada como estuvo la nueva adquisición a respecto  resultó muy bueno, lo calificamos por lo menos estos primeros días con un 10, bueno, amable, dócil, se puede hablar con él. Ahora sí La Escondida parece un jardín, sabe realizar su actividad con esmero.
Esperando en cualquier momento la visita del aguatero, comenzamos a trabajar en la parte de los parrales, es un lugarcito nunca bien apreciado, asi que mientras Miguel hacia su trabajo limpiando las bases de las parras, yo fui a buscar la tijera de podar ya que es el momento exacto para realizar este trabajo.
Me entretuve regando algunos plantines que se encuentran debajo del enorme Juan Ignacio del patio y en ese momento lunita comenzó a ladrar hacia la forestación y al momento se asoció capitán, como siempre cuando es así, miré hacia esa dirección y no veía nada, así que los observé que ladraban hacia el brocal del pozo y lo que vi me asombró al ver una yarará enorme enrollada lista para saltar a unos de los perros que la ladraban. Obedientes le dí la orden de quedarse quietos, porque como sabes ellos odian a estos reptiles y quedaron expectantes, mientras yo le gritaba a Miguel que busque algo contundente para eliminarla.
Miguel me acercó un palo, mas o menos flexible, y le tiré el primer golpe que le erré feo, y ella viéndose agredida me dio un salto que pude evitar la mordedura porque estaba atento, logrando dar un salto para atrás, boca enorme blanca con su gran colmillo, claro inmediatamente al salto le tiré otro que logré darle en la mitad de su largo cuerpo y lograr frenar su avance hacia mí. Lía mientras tanto daba unos grititos preocupada
De ahí en mas ya fue fácil en darle justo un palazo en el medio de la cabeza triangular, media 1,20 m de largo.
Ella estaba justo donde nosotros estábamos trabajando y gracias a la calidad de estos dos perritos no tuvimos alguna consecuencia desagradable, te imaginás no?. Aparte de medir ese largo, en el medio era gruesa, calculo de 10 cm de diámetro.
Voy a procurar enviar una foto
Sabemos que el viento norte fuerte saca de sus madrigueras estos despreciables reptiles que buscan lugares más frescos y donde saben hay agua.
El resto de la actividad fue buena aunque ya perdimos la tranquilidad y en cada paso mirábamos para abajo.
Al final, comimos unos buenos choripanes de Vidoni, que resultaron de primera y logramos pasar un buen día, plena de actividad, limpiando y recogiendo las hojas, podamos las parras, trasplanté algunos plantines y regamos ya con agua en abundancia porque nos trajeron 10 mil litros.
Saludos